La creatina puede ser el suplemento más popular dentro de la comunidad fisicoculturista, se usa comúnmente para mejorar el rendimiento físico y para aumentar la masa muscular en los atletas y también para evitar la sarcopenia y caquexia (pérdida de masa muscular) en los adultos mayores. Hay algunas pruebas científicas, que apoyan el uso de la creatina para mejorar el rendimiento deportivo en deportes de alta intensidad.
La creatina se utiliza para la insuficiencia cardiaca congestiva (CHF), la depresión, el trastorno bipolar, la enfermedad de Parkinson, las enfermedades de los músculos y los nervios, un trastorno ocular llamado atrofia girata y para controlar el colesterol alto. Está muy relacionada en la generación de la energía que necesita el cuerpo llamada ATP.